ROMA – El Vaticano anunció hoy (27 de mayo) que el Papa Francisco aprobó la promulgación de un decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión del fundador de los Caballeros de Colón, el Beato Padre Michael J. McGivney, un sacerdote de Connecticut que sirvió a sus feligreses durante la pandemia de 1890, antes de enfermarse y morir de neumonía.
La acción del Papa significa que el Padre McGivney puede ser declarado “Beato,” el paso previo a la santidad. Se requerirá un milagro adicional atribuido a la intercesión del Padre McGivney para su canonización como santo.
El Padre McGivney es mejor conocido por ser el fundador de los Caballeros de Colón en 1882. Casi un siglo antes del Concilio Vaticano II, su visión clarividente permitió a los laicos servir a la Iglesia y al prójimo de una nueva manera. Hoy en día, los Caballeros de Colón son una de las organizaciones católicas más grandes del mundo con dos millones de miembros en América del Norte y América Latina, el Caribe, Asia y Europa.
El milagro reconocido por la intercesión del Padre McGivney sucedió en Estados Unidos en 2015 cuando un niño en gestación fue sanado en el útero de una afección que amenazaba su vida por las oraciones hechas por su familia al Padre McGivney.
Pronto se establecerá una fecha para la Misa de beatificación, que se celebrará en Connecticut. Incluirá la lectura de una carta apostólica del Santo Padre y la concesión del título de “Beato” al Padre McGivney.
A principios de este año, en un discurso a la junta directiva de los Caballeros de Colón, el Papa Francisco dijo que la organización ha sido fiel “a la visión de su fundador, el Beato Padre Michael J. McGivney, que se inspiró en los principios de la caridad y la fraternidad cristiana para ayudar a los más necesitados”.
“El Padre McGivney ha inspirado a generaciones de hombres católicos a subirse las mangas y poner su fe en acción”, dijo el Caballero Supremo, Carl A. Anderson. “Se adelantó décadas a su tiempo al darle a los laicos un papel importante dentro de la Iglesia. Hoy en día, su espíritu continúa dando forma a la extraordinaria labor caritativa de los Caballeros, que siguen sirviendo a aquéllos que se encuentran al margen de la sociedad, como él sirvió a las viudas y a los huérfanos en la década de los años 1880. El Padre McGivney también sigue siendo un importante modelo a seguir para los sacerdotes de las parroquias de todo el mundo y nos ha dejado un legado transformador de cooperación efectiva entre los laicos y el clero.
Nacido de padres inmigrantes irlandeses en 1852 en Waterbury, Connecticut, el Padre McGivney fue una figura central en el espectacular crecimiento de la Iglesia en Estados Unidos a finales del siglo XIX. Ordenado en Baltimore en 1877, atendía a una comunidad de inmigrantes y de estadounidenses de origen irlandés en la entonces Diócesis de Hartford. En tiempos de sentimientos anticatólicos, trabajó incansablemente para mantener a sus feligreses apegados a la fe al encontrar, entre otras cosas, soluciones prácticas a muchos de sus problemas, tanto espirituales como temporales. Con un grupo de los principales hombres católicos de New Haven, fundó los Caballeros de Colón en 1882 en la iglesia de St. Mary para proporcionar apoyo espiritual a los hombres católicos y recursos financieros para las familias que habían sufrido la pérdida del proveedor en sus hogares.
El grupo emergente rápidamente se convirtió en una fuerza importante en las áreas de evangelización, caridad, integración racial y defensa de la libertad religiosa.
El Padre McGivney pasó todo su sacerdocio en el ministerio parroquial y murió de neumonía el 14 de agosto de 1890, dos días después de cumplir 38 años, después de enfermarse en medio de una pandemia. Las pruebas científicas recientes indican que aquella pandemia, como la actual, pudo haber sido causada por un coronavirus.
Conocido entre sus contemporáneos por su devoción a la fe y su encarnación de las características del “buen samaritano”, su caso para la santidad se abrió en la Arquidiócesis de Hartford en 1997. San Juan Pablo II, quien era papa en ese momento, alabó los principios del Padre McGivney, y declaró en 2003: “En fidelidad a la visión del Padre McGivney, sigan ustedes buscando nuevas formas de ser un fermento del Evangelio en el mundo y una fuerza espiritual para la renovación de la Iglesia en santidad, unidad y verdad”.
En marzo de 2008, fue declarado Beato Siervo de Dios por el Papa Benedicto XVI, quien durante su visita a la catedral de San Patricio citó el “destacado logro de ese ejemplar sacerdote estadounidense, el Beato Michael McGivney, cuya visión y entusiasmo llevaron a la creación de los Caballeros de Colón”.
Un par de libros recientes también relatan la historia del Padre McGivney y su legado: Sacerdote parroquial (2006), su biografía; y Los Caballeros de Colón: Una historia ilustrada (2020).
También hay más información disponible en: www.FatherMcGivney.org
Fotos y otros recursos visuales están disponibles aquí.
